estrechamos las manos,
y en ese minúsculo espacio de sudor
boquea el pez.
bajo la chapita de su nariz
puede leerse: ‘dios no está de tu parte’
mi homólogo sufre natalmente a Schubert
en la salita de espera 2.
abro la boca
extraigo mi tarjeta de visita
para saber quién soy.
en el centro hay una vieja fotografía
de cinco insectos:
soy el menor, aventuro,
y me felicito
con suficiente entusiasmo
para llorar.
la progresión del poema es brillante
siempre escondes una especie de racionalidad, de felino que espera tras las ramas y que cubres
(perdona estos días de ausencia
no dejo de ser estudiante y amante de lo que estudio)
abrazos
por tu afirmación de estudiante, mi querido álvaro, mereces que sea yo quien te pida perdón por interrumpirte.
en relación al poema, me ha impresionado este comentario tuyo acerca de la relación entre la racionalidad y lo ‘felino’. hace unos días escribía un poema titulado ‘equipaje vacío’ con el siguiente verso: guardo un tigre enfermo en la mente
abrazo.
Hola Andrés, aquí paseando por tu blog tras la sugerencia de Vicente. Lo que leo me anima a seguir. También pasearé por tus recomendaciones. Un abrazo.
hola nat!
qué alegría tenerte por aquí. espero que disfrutes de las dos cosas: esta sublevación y sus recomendaciones.
te mando un abrazo.
andrés
los hay que se creen que saben quienes son. se saben dueños de su yo. se han aprendido su rol. entran en el primer acto. entran cuando realmente ya no estan dentro en el guion. y asi siguen con esa seguridad creyendose autores actores, publico,
se apluden se escuchan se replican. cuando otros tenemos que desapredernos. olvidarnos. volvernos a buscar en los demas, en nuestro niño que se nos fue. y ya viejos volvemos a encontralo sonriendonos, llamandos hola abuelito. me compras un chupachu. y eso era todo. lo impotante era el chupachu
tu comentario me hizo recordar un verso de lorca: una grieta en la mejilla. ese detalle de ruptura en lo inmutable, ese elemento irreparable en la rigidez del yo. rigor-mortir-del-ser.
aquellos que creen ser dueños de su papel son los más frágiles.
corazón de chupachu.
será porque hoy vine desarmada, sin código de barras, sin espejo, sin tarjeta
será por eso que hoy puedo sentir, después de tanto tránsito, la afirmación final del poema.
hoy me falta hasta el cansacio.
Llora niño, llora.
Llora mi niño poeta.
A veces ser minúsculo
tiene sus ventajas,
caerás en las tripas del pez
más no te morderán
sus afilados dientes.
Un beso ente sollozos amigo,
Estel J.
estel, me guardo muy bien de ser el próximo jonás.
el pez puede ser diminuto como el hombre, para morder.
a mí me han mordido tus versos.