HAY UNA GRAN GUERRA
Hay una gran guerra en mi boca
para no endurecerse y en mi mandíbula
para no ser como las puertas de una caja fuerte vacía
y para que no se llame a mi vida, pre-muerte.
Como un periódico pegado a una valla por el viento
está pegada a mí mi alma.
Si el viento se calma
mi alma se caerá de mí.
7
«Lloraba como un niño» eso
cuando se quiere hablar de un dolor verdadero.
Pero un niño llora también
cuando quiere decir palabras sencillas.
Nunca se dirá de un niño:
«Lloraba como un hombre mayor.»
ÉSTA ES LA HISTORIA DEL POLVO
Ésta es la historia del polvo: entre salir por la mañana
y volver por la tarde pasan la mitad de las cosas
y cuando duermo, la otra mitad. Todo sin mí.
En mi bolsillo hay llaves de casas que se han ido,
en mi cartera, sellos
para cartas que ya no tengo que enviar.
Ésta es la historia del polvo que olvidó
las piedras de las que salió,
tristeza y alegría que se medían como líquidos
ahora se miden como sólidos.
La fruta del árbol le cede el sitio a una fruta nueva
sin testamente ni dolor: también a la cosecha bulliciosa
le llegará un final silencioso, no sólo a las lágrimas.
Y ya estoy a tal distancia
que no recuerdo si lo que hice
se lo hice a mi padre, o mi hijo me lo hizo a mí.
EL SEÑOR NAJUM GOLDMANN
El señor Najum Goldmann viene cada año
el Día de la independencia a ver a su pueblo
que bulle de nostalgia el día de su fiesta.
Sus ojos son astutos y oscuros
como rendijas de huchas de donativos anónimos.
Dentro de su pequeño cuerpo
reúne pena judía y dinero.
Cada año envejece dos mil años
y no se le nota. Por cada
pogrom tiene una noche de amor.
Negocia con Nabucodonosor
rey de las bestias enloquecidas. También se encuentra
a menudo con mi padre muerto.
Más que yo.
Él nos libera a nosotros y nosotros siempre
le liberamos a él. Es profesor de natación
en la historia, enseña a su pueblo a nadar
con los lentos movimientos de la subsistencia,
no el moderno crol, sino a braza,
con una cabeza grande y triste sobre el agua. Respirar, respirar.
Una mujer de cabellos dorados permanece a un lado.
Con silenciosa admiración ve
flotar a los judíos, vivos y muertos juntos.
Detrás de todo esto se oculta una gran felicidad. Yehuda Amijai. Traducción de Raquel García Lozano. Editorial La Poesía, señor hidalgo. 2004. Barcelona.