Feeds:
Entradas
Comentarios

Posts Tagged ‘enemigo’

Rocé. Seul maquis

Retrouve-toi, sans tes origines
Renvoie-les à tes ancêtres juste pour un moment, le temps de te retrouver, seul
Sans une couleur de peau et sans une religion, renvoie ça à tes ancêtres
Juste le temps de te trouver, seul

Reencuéntrate sin tus orígenes.
Devuélveselos a tus ancestros por un momento, el tiempo de reencontrarte solo.
Sin un color de piel y sin una religión, devuelve eso a tus ancestros.
Justo el tiempo de encontrarte solo.

Retrouve-toi seul, sans ton pays
Prend un moment, pour être ni de la politique, ni de la géographie
Tu n’es pas un contexte et tu n’es pas une situation
Tu naquis d’un contexte et tu crées les situations
Alors retrouve-toi, seul

Reencuéntrate solo sin tu país.
Tómate un momento para no ser ni de la política ni de la geografía.
No eres un contexto, y no eres una situación.
Naciste de un contexto y creas las situaciones.
Asi que reencuéntrate solo.

Retrouve-toi seul, sans tes amis
Sans l’affection, sans le groupe
Tu n’es pas le groupe parce que le groupe n’est pas Un
Et les guerres intestines ne touchent pas tes intestins
Alors retrouve-toi seul

Reencuéntrate solo sin tus amigos.
Sin el afecto, sin el grupo.
No eres el grupo porque el grupo no es Uno.
Y las guerras intestinas no tocan tus intestinos.
Así que reencuéntrate solo.

Retrouve-toi seul, sans tes ennemis
Ils ne le sont qu’à cause d’une histoire de groupes,
Ou de situation, ou de pays, ou d’origine
Alors retrouve-toi, seul, sans tes ennemis

Reencuéntrate solo sin tus enemigos.
No lo son más que a causa de una historia de grupos
o de situación, o de país, o de origen.
Asi que reencuéntrate, solo, sin tus enemigos.

Retrouve-toi seul, sans ton sexe, sans ton genre
Le sexe est un outil, c’est un détail
Le genre est une posture, c’est un rôle
Tu n’es pas un détail, et tu ne prétends pas jouer un rôle
Alors retrouve-toi seul, sans ton sexe, sans ton genre

Reencuéntrate solo sin tu sexo, sin tu género.
El sexo es un instrumento, es un detalle.
El género es una posición, es un rol.
No eres un detalle, y no pretendes jugar un rol.
Así que reencuéntrate solo, sin tu sexo, sin tu género.

Retrouve-toi seul, sans ton prénom, sans ton nom
Mets-les de côté pour pouvoir t’observer, sans que ce soit eux qui te servent de reflet
Sans leur connotation, sans leur sonorité, renvoie ça au langage
Juste le temps de te retrouver, seul

Reencuéntrate solo sin tu nombre, sin tu apellido.
Ponlos de lado para poder observarte, sin que sean ellos los que te sirven de reflejo.
Sin su connotación, sin su sonoridad, devuelve eso al lenguaje.
Justo el tiempo de reencontrarte solo.

Retrouve-toi seul, sans ton visage
Tu le vois par les yeux des autres et sans eux tu ne l’as pas, tu ne l’as plus
Ne les laisse pas te modeler, te remodeler

Reencuéntrate solo sin tu rostro.
Lo ves por los ojos de los demás, y sin ellos no lo tienes, ya no lo tienes.
No les permitas modelarte, remodelarte.

Tous ces déguisement qui rendent l’intérieur inaccessible
Et si étrange à soi-même jusqu’à en avoir peur
De regarder dans son intérieur et de ne voir que du vide et de tomber,
Tomber, tomber parce qu’on se rendrait compte qu’il n’y a aucun artifice
Assez solide à l’intérieur où l’on pourrait se rattraper
Alors on a peur d’être seul comme si on avait peur de soi-même.

Todos esos disfraces que vuelven el interior inaccesible
y tan extraño a uno mismo, hasta que da miedo
mirar nuestro interior y no ver más que vacío y caer.
¿Caer? caer porque nos daríamos cuenta de que no hay artificio alguno
suficientemente sólido en el interior del que poder agarrarse.
Y entonces tenemos miedo de estar solos como si tuviésemos miedo de nosotros mismos.

Traducción José María Blasco Comellas

Read Full Post »

Me llamaron desde un bar cercano a mi casa. El amigo común hizo las presentaciones, y todos, sonrientes, estrecharon mi mano. Los rasgos neutros y los atuendos de elegancia comedida les salvaban de cualquier identificación inmediata. No di importancia a sus rostros, porque presentí que no los usaban.
Los invité a unas infusiones y, cuando entraron en la vivienda, sus miradas registraron los objetos y las formas. Me preguntaron acerca de atriles y partituras. Sus silencios no eran de reposo, sino de acecho.
Entre sorbos de té y hierbabuena analizaban historias de países lejanos, repudiaban trabajos ficticios, y qué desagradable la nieve. Yo imaginé una colección de capuchas, el desánimo de los espejos al buscar la cara verdadera entre sus disfraces, y vi que bebían con la desesperación secreta de los que, antes del amanecer, recorren caminos para imponer la aridez.
Pasamos juntos una tarde apacible.
Poco antes de despedirnos, descubrí que uno de ellos, que con fingido despiste se había separado del resto, inspeccionaba mi habitación.
Saben que puedo ser el enemigo, nueva diana de su odio, porque duermo al lado de una niña que sueña con búhos.


Los hombres intermitentes. Francisco Javier Irazoki. Editorial Hiperión. 2006.

Read Full Post »